EUROPA
PRESS
16 febrero
2022
Un
prometedor probiótico podría ser una forma de reducir los tratamientos
antibióticos para el acné
Científicos de la Universidad de
Amberes (Bélgica) están investigando un prometedor probiótico para la piel que
podría ser una forma de reducir los tratamientos antibióticos para el acné.
El acné en la cara suele tratarse con antibióticos tópicos,
que suelen utilizarse durante un largo periodo de tiempo y contribuyen al grave
problema de la resistencia a los antibióticos.
Ahora, estos científicos están investigando un enfoque
alternativo: utilizar probióticos para alterar el conjunto de bacterias y otros
microorganismos que residen en la piel. Aunque el ecosistema microbiano (o
"microbioma") de la piel puede perpetuar la inflamación causante del
acné, este ecosistema ha resultado difícil de alterar.
En su trabajo, publicado en la revista científica 'Cell Reports Medicine', han encontrado una forma de alterar el
microbioma de la piel y reducir la inflamación mediante el uso de lactobacilos,
un amplio grupo de bacterias que normalmente se asocian con el intestino humano
y el tracto urogenital más que con la piel. Los investigadores demuestran que
cepas especialmente seleccionadas de lactobacilos modifican el microbioma de la
piel de forma positiva y reducen las lesiones del acné.
"Los lactobacilos son bacterias seguras y beneficiosas
bien documentadas que producen ácido láctico como molécula antimicrobiana de
amplia acción que puede inhibir el crecimiento y la actividad de una amplia
gama de bacterias competidoras. También suelen reducir la inflamación en
diferentes condiciones. Por lo tanto, sospechamos que podrían funcionar para
este propósito, aunque no sean muy abundantes en la piel", explica la
líder del trabajo, Sarah Lebeer.
Lebeer y sus colegas seleccionaron las
tres cepas de lactobacilos mediante un cribado genómico y funcional para
evaluar su solidez, seguridad e interacciones previstas con el sistema
inmunitario. Para que las bacterias fueran adecuadas para su aplicación tópica,
desarrollaron una crema con microcápsulas que contenían los microorganismos.
En un estudio piloto y un ensayo aleatorio controlado con
placebo, los investigadores pidieron a personas con acné leve o moderado que se
aplicaran la crema a diario. La intervención redujo con éxito las lesiones
inflamatorias en la piel de los sujetos. También moduló el microbioma cutáneo,
en parte reduciendo la abundancia relativa de estafilococos, que son bacterias
que se cree que perpetúan el acné.
Incluso después de que los individuos dejaran de aplicarse
la crema, la reducción de los síntomas del acné persistió durante varias
semanas, lo que lleva a los investigadores a creer que el trío de bacterias
actúa, al menos parcialmente, modulando el sistema inmunitario. Lebeer afirma que es necesario investigar más sobre el modo
de acción de estas bacterias para el tratamiento del acné.